domingo, 26 de agosto de 2018

Los Sátiros 
Los sátiros, relacionados con las Ménedes, forman el "cortejo dionisíaco" que acompaña al dios Dioniso. Pueden estar también asociados con el dios Pan. Algunas tradiciones consideran a Sileno padre de la tribu de los sátiros. Los tres mayores de esos, llamados Marón, Leneo y Astreo, eran iguales a su padre, y ellos fueron también conocidos como silenos. Según algunas versiones del mito, habría sido ellso los padres de los sátiros (de los que entonces sería Sileno su abuelo). Los tres estuvieron en el séquito de Dioniso cuando este viajó a la India, y de hecho Astreo era el conductor de su carro.

Los sátiros se representan de varias formas; la más común (y básicamente romana) es la de una criatura mitad hombre mita carnero, con orejas puntiagudas y cuernos en la cabeza, llevan pieles de animales, de panteras (atributo de, por ejemplo, Dionosio). Laas representaciones romanas confundían a los sátiros con los faunos, quienes solían tener piernas de chivo. La confusión ha perdurado incloso en las obras de arte contemporáneas, como el "fauno danzante" de Lequesne, que es más bien un sátiro.

Se les ha representado en varias edades de su vida.
Los menores son llamados Satyrisci, y se los representa como graciosos jóvenes: el sátiro Anapauomenos ("en descanso"), atribuido a Praxiteles, es el mejor ejemplo. Los sátiros mayores son llamados silenos, por Sileno, Preceptor de Dioniso, y se les representa como una gran fealdad. Aparecen a menudo con una como o un tirso en la mano, en actitud de bailar con las ninfas, a las que a menudo persiguen.

Los sátiros son criaturas alegres y pícaras, aunque su carácter desenfadado y festivo puede volverse peligroso e incluso violento. Como criaturas dionisíacas, son amantes del vino, las mujeres y disfrutan de los placeres físicos. Bailan al son de aulos, címbalos, castañuelas y gaitas. Tienen un baile especial llamado sikinnis. Debido a su gusto por el vino, a menudo aparecen sosteniendo copas y aparecen en la decoración de vasijas  vinajeras.

Quimera
En la mitología griega, Quimera era un monstruo híbrido, hija de Tifón y Equidna, que vagaba por las regiones de Asia Menor aterrorizando a las poblaciones y engullendo animales, y hasta rebaños enteros. De su unión con Ortro nacieron la Esfinge y el León de Nemea.

Las descripciones varían desde las que decían que tenía cuerpo de una cabra, la cola de una serpiente o un dragón y la cabeza de un león, hasta las que afirmaban que tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón o serpiente, que nacía en la cola.
Todas las descripciones coinciden, sin embargo, en que escupía fuego por una o más de sus cabezas. Era sumamente rápida.

Quimera fue derrotada finalmente por Belerofonte con la ayuda de Pegaso, el caballo alado, a las órdenes del rey Lobates de Licia. Hay varias descripciones de su muerte: algunas dicen que simplemente que Belerofonte la atravesó con su lanza, mientras que otras sostienen que la mató cubriendo la punta de la lanza con plomo que se fundió al se expuesto a la ardiente respiración de Quimera.

La Mantícora
La mantícora es una legendaria criatura persa similar a la esfinge egipcia. Tiene el cuerpo de un león, una cabeza humana con tres filas de dientes afilados con veneno en su interior (como de tiburón) y aveces alas de murciélago.
Otros aspectos de la criatura varían de una historia a otra. Puede tener cuernos, alas, o ambos. La cola es la de un dragón o un escorpión, y puede disparar espinas venenosas para paralizar o matar a sus víctimas. Devora a su presa completamente y no deja ropas, huesos o posesiones de la presa.
La mantícora tiene su origen en la mitología peras. Aparentemente, la mantícora entró a la mitología griega a través de Ctesias, un médico griego en la corte del rey Artajerjes II en el siglo IV a.C., en su obda INDIKA(´historia india´), desaparecida en la antigüedad.

Pandora
Según el mito hesiódico, Pandora es la primera mujer, como Eva en la religión judeocristiana. Hefesto (dios del fuego) la modeló a imagen y semejanza de las inmortales, y obtuvo la ayuda de Palas Atenea (diosa de la sabiduría). Zeus ordena su creación para castigar a la raza humana, porque Prometeo se había robado el fuego divino para darselo a los hombres.

Cada dios le otorgó a Pandora una cualidad como la belleza, la gracia, la persuación, y la habildad manual, entre otras; pero Hermes (mensajero de los dioses, e intérprete de la voluntad divina) puso en su corazón la mentira y la falacia.
Según Los Trabajos y Los Días de Hesíodo, había una jarra que contenía todos los males. Pandora apenas la vio, la abrió y dejó que los males inundaran la tierra. Para cuando logró cerrar la jarra, lo único que quedaba adentro era la esperanza, por lo que los humanos no la recibieron. De este mito proviene la expresión ‘abrir la caja de Pandora’. En esta tradición, Pandora representa la perdición de la humanidad al igual que Eva.

De acuerdo con otra tradición, la jarra contenía más bien todos los bienes y Zeus se la entrega a Pandora, para que se la regale a Epimeteo el día de su boda, pero ella la abrió imprudentemente, y todos los bienes se escaparon y volvieron al Olimpo (lugar donde viven los dioses), dejando a los hombres afligidos por todos los males, con el único consuelo de la esperanza.

Epimeteo era hermano de Prometeo, Atlante y Menecio, hijo de Japeto y Clímene. Es un titán (primera generación de dioses, descendientes de Gea y Urano). Cuando Prometeo engañó a Zeus y le robó por fin el fuego sagrado, estaba seguro que debía esperar un castigo. Por esto, le prohíbe a su hermano que reciba regalos de Zeus, pero Epimeteo al ver la belleza de Pandora no pudo contenerse. Epimeteo, entonces es el culpable de las desgracias de la raza humana.


lunes, 13 de agosto de 2018

Titanomaquia
En la mitología griega, la Titanomaquia fue la serie de batallas libradas durante diez años entre las dos razas de deidades muy anteriores a la existencia de la humanidad: los Titanes, luchando desde el monte Otris, y los olímpicos, que llegarían a reinar en el monte Olimpo. Se la conoce también como la  Batalla de los Titanes o la Guerra Titánica. Es confundida por algunos autores (como Ovidio) Con la Gigantomaquia a pesar de de las múltiples diferencias entre ambas.

Los griegos dela edad clásica conocían varios poemas sobre la Titanomaquia. El principal de ellos, y el único que se ha conservado, era la Teogonía atribuida a Hesíodo. Un poema épico perdido titulado Titanomaquia y atribuido al aedo ciego tracio Tamiris, a su vez un personaje legendario, era mencionado de pasada en el ensayo sobre la música una vez atribuido a Plutarco. Los Titanes también  jugaban un papel prominente en los poemas atribuidos a Orfeo. Aunque sólo se conservan fragmentos de los relatos órificos, revelan interesantes diferencias con la tradición Hesíodica.

El marco para esta importante batalla fue creado después de que el Titán más joven, Crono, derrocase a su propio padre, Urano (Dios del cielo  y gobernante del universo), con la ayuda de su madre, Gea (la tierra). Crono castró a su padre, se apoderó de su trono y liberó a sus hermanos titanes, que habían sido encerrados en el Tártaro bajo el reinado tiránico y egoísta de Urano.

Sin embargo, al ser usurpado su puesto, Urano profetizó que los  propios hijos de Crono se rebelarían contra su gobierno igual que habían hecho él y sus hermanos. Por miedo de que sus futuros hijos se rebelasen contra él, Crono se convirtió en el terrible rey que su padre Urano había sido, y se tragaba enteros a sus hijos a medida que nacían de su esposa y hermana Rea. Sin embargo, según una leyenda arcadia recogida por el geógrafo griego Pausanias en su descripción de Grecia, Rea logró esconder a sus hijos, quinto y sexto, Poseidón y Zeus, diciéndole a Crono que había dado luz un caballo, y le dio un potro para que se lo comiera en lugar de poseidón, y en lugar de Zeus le entregó una piedra envuelta en pañales.

Rea llevó a Zeus a una cueva en la isla Creta, donde éste fue criado por los Curetes y las ninfas Adrastea e Ida. Cuando Zeus se hizo mayor, Metis dio a crono una poción especial, que provoco que éste vomitara a los hijos que se había tragado. Zeus los llevó entonces a la rebelión contra los Titanes

 Entonces los Olímpicos, guiados por Zeus, Declararon la guerra a la anterior generación de deidades, Los titanes. Estos incluían a Hestia, Hera, Deméter, Hades y Poseidón; e incluso a la Titánde Hecate.
Probablemente Estigia y sus hijos también lucharon en el bando de los Olímpicos. Además, los Hecatónquiros y los Cíclopes, que habían sido encarcelados por Crono, ayudaron a los Olímpicos. Se decía que los Hecatónquiros ayudaron a los Olímpicos arrojando enormes piedras a los Titanes, de cien en cien. Los Cíclopes ayudaron fabricando las famosas armas de Zeus, los rayos, el tridente de Poseidón y el casco de invisibilidad de Hades. Los Titanes encabezados por Crono, Incluían a Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Altas, Menecio.

Habiendo logrado por fin la victoria tras toda una década de guerra, los olímpicos dividieron el botín entre ellos, otorgando el dominio del cielo a Zeus, el mar a poseidón, y el inframundo a Hades.
Procedieron entonces a encerrar a los derrotados Titanes en el Tártaro, las más hondas profundidades del inframundo. Sin embargo, dado que durante la guerra Océano y las Titándes Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe y Tetis, habían permanecido neutrales, no fueron castigadas por Zeus. Algunos otros titanes que no fueron encerrados en el Tártaro fueron Atlas, Crono, Epimeteo, Menecio y Prometeo.


Zeus dio a Atlas un castigo diferente: Urano, el cielo, casi se había derrumbado sobre la tierra tras la guerra debido a la enorme lucha que había ocurrido debajo de él, por lo que Zeus dispuso que Atlas sujetase los cielos por toda la eternidad. Epimeteo, Menecio y Prometeo cambiaron de bando y ayudaron a Zeus en la guerra, por lo que no fueron castigados. Sobre el destino de Crono existen al menos dos variantes míticas: La tradición más antigua, reflejada en ciertas fórmulas homéricas y hesiódicas, se supone que Crono habita en el Tártaro rodeado por el resto de los titanes. Una tradición posterior señala que Crono fue liberado por voluntad de Zeus, y quedó reinando en las islas de los bienaventurados.

Oberón 

Oberón es, en la mitología celta y en las leyendas medievales, el rey de las hadas; también se dice que era primo del rey de los hombres. Es famoso como personaje en la obra de William Shakespear, El sueño de una noche de verano.

La leyenda de Oberón habría tenido su inicio literario en el Cantar de gesta Francés, a primera mitad del siglo XIII. En este cantar el noble Huon, hijo de Seguin, conde de Burdeos, mata a un hombre que ha caído en una emboscada, quien resulta ser Charlot, el hijo del Emperador. Por ello es condenado, pero obtiene la suspensión temporal del castigo a condición de visitar la corte del Emir de Babilonia, regresar con un mechón de los cabellos de este y cuatro de sus dientes, y allí también asesinar al mejor de sus caballeros y besar en tres ocasiones a su hija Esclarmonde. Con la ayuda del duende Oberón, Huon logra el éxito tras afrontar muchas aventuras.

 El Seguin de la vida real fue un conde de Burdeos bajo el reinado de Ludovico Pío, en 839, y murió luchando contra los Normandos seis años después.
De este modo, Oberón aparece en una fantasía cortesana del siglo XIII basada en un episodio histórico del siglo IX. Le son dados atavíos Celtas, como una copa mágica que siempre estará llena para los virtuosos: "La copa mágica le provee su merienda; pera tal es su virtud que no solo produce vino, sino sustento más sólido cuando se desea", y de acuerdo con Thomas Bulfinch se decía que ¡Es el hijo de Morgan le Fay y Julio César!.

Shakespeare leyó o escucho de Oberón, a través de la traducción (ca 1540) de John Bourchier, Lord Berners, como Huon of Burdeuxe. En el diario de Philip Henslowe hay una nota sobre el ensayo de una obra, Hewen of Burdocize, el 28 de Diciembre de 1593.
"Oberón" como rey de los elfos es una historia más antigua, como Alberich (elbe reix, elves rex o "rey de los elfos"), un hechicero en la historia legendaria de la dinastía de los Merovingios; es el hermano sobrenatural de Merowech, epónimo de los Merovingios. Él ganó para su hijo mayor, Walbert, la mano de la princesa de Constantinopla. Tal como Alberich en El Cantar de los Nibelungos, guarda el tesoro de los Nibelungos, pero es derrotado por Sigfrido. De esta manera, su mito burgundio evoluciona en una dirección distinta y termina robando el Oro del Rin(Rhinemaidens' gold) en la ópera de Richard Wagner.

Oberón, o el Príncipe de la Hadas (1616) es una obra de Ben Jonson . La opera de Carl Maria von Weber, Oberón, o la Oda al Rey-Elfo (basada en un poema de Christoph Martin Wieland), debutó en Covent Garden, Londres, en 1826.